- Raíces reales: El castillo de Hohenschwangau se construyó como retiro estival del rey Maximiliano II, padre del rey Luis II. El joven Luis pasó aquí gran parte de su infancia y el castillo modeló su fascinación por las leyendas medievales y los caballeros, tema central de otro de sus famosos palacios, el Castillo de Neuschwanstein.
- Grandeza gótica: El castillo ostenta una impresionante arquitectura gótica, caracterizada por arcos apuntados, techos abovedados de crucería, vidrieras e intrincada cantería. Este estilo, que hace hincapié en el juego de luces y sombras, evoca una sensación de grandeza y misticismo, perfectamente adecuada para un castillo romántico de cuento de hadas.
- Paraíso alpino: El castillo está enclavado en medio de los impresionantes Alpes bávaros, y ofrece amplias vistas de las aguas verde esmeralda del lago Alpsee y de los espectaculares picos que lo rodean. El ambiente tranquilo de la región proporciona una escapada perfecta del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana.
- Un castillo de cuento de hadas: Con frescos vibrantes que representan escenas de mitos y leyendas, mobiliario opulento y un espectacular entorno alpino, encaramado sobre el lago Alpsee, visitar el castillo de Hohenschwangau es como adentrarse en un cuento de hadas de la vida real.
- Perfecto para una excursión de un día: Hohenschwangau está a un corto paseo del Castillo de Neuschwanstein, por lo que es fácil visitar ambos castillos en un solo día. Si te gusta la historia y el arte, te recomendamos que explores estos dos castillos para conocer de cerca la opulencia de la realeza bávara.