- Forma parte de un trío real: Planifica una excursión de un día y visita los castillos de Linderhof, Neuschwanstein, y Hohenschwangau, todos ellos encargados por el rey Luis II. Sumérgete por completo en el mundo de cuento de hadas del rey Luis II y sus caprichos arquitectónicos.
- Interiores lujosos: Puede que Linderhof se construyera como un pequeño refugio privado, pero el castillo es tan grandioso y opulento como los demás palacios reales de Baviera. Busca la galería de los espejos y los muebles dorados que reflejan el extravagante estilo rococó.
- Entorno íntimo: A diferencia del grandioso Neuschwanstein, el Castillo de Linderhof ofrece una visión más personal de la vida del rey Luis II. El palacio había sido encargado para que sirviera de escape privado del rey de sus obligaciones cortesanas.
- Jardines encantadores: Explora los extensos jardines, una hermosa mezcla de estilos formal francés e inglés. Descubre joyas ocultas como la Gruta de Venus, una cueva artificial con una deslumbrante representación de la Gruta Azul de Capri.
- Entorno apacible: Enclavado contra los magníficos Alpes bávaros, el Palacio de Linderhof ofrece un refugio sereno, ideal para la introspección y la contemplación tranquila.